
Hello everyone! Today we are going to talk about the biodiversity in coastal ecosystems, especially in seagrass. The world’s coastal zone represents a limited area of the planet (circa 18%) but you cannot imagine the large number of ecosystems and species that we can find in it. And probably there are still many to discover!
The coastal zone bears a large variety of habitats as a consequence of the pronounced heterogeneity in terms of weather and geomorphological characteristics, both terrestrial and marine parts. On the terrestrial part you can see several kinds of forests (tropical and temperate, evergreen and deciduous), shrubs, and savannas; while in aquatic ecosystems you can see mangroves, saltmarshes, estuaries, coral reefs, seagrasses and coastal shelf. Some of them are the highest rates of primary production. Thus, a quarter of the global primary production is generated in coastal areas. As a consequence of this high productivity, coastal ecosystems provide a large number of ecosystem goods and services and play an important role in the world biodiversity.
Despite the limited area coastal zone occupy worldwide, it has a great importance because of their considerable role in the biogeochemical cycles (e.g. carbon cycle), the large variety of ecosystems it contains, and the high biodiversity it supports. Previous studies estimate that over ONE MILLION species can be found on the world’s coasts, including aquatic, intertidal and terrestrial ecosystems (Martínez et al. 2007). This represent about the 50% of the global biodiversity we know. However, probably many species still not described and for this reason Reid and Miller (1989) estimate that the total number of species living in coasts zones can be as high as 10 millions.
This high biodiversity is essential for goods and services coastal ecosystems provide us including coastal protection (protection of beaches and coastlines from storms, waves and floods; reduction of beach and soil erosion; stabilization of land by trapping sediments…), provisioning services (subsistence and commercial fisheries; building materials; traditional medicines…), cultural services (tourism and recreation; spiritual appreciation…), water quality maintenance and climate regulation. All the goods and services that the coastal ecosystems provide us, including natural (terrestrial and aquatic) and human-transformed ecosystems are estimated in about 25,782 ×109 $US per year (Martínez et al. 2007).
Unfortunately, coastal zone has been the centre of human activity during millennia. The world population (7.5 billion being reached in 2017), is steadily increasing, especially since the Industrial Revolution. Human population is expected to rise by 50% during the 21th century. Today, 40% of the world’s population lives in coastal areas and is expected to reach 75% by 2025. Hence, the magnitude of human pressure is becoming larger on the coasts worldwide becoming this zone in a fragile border where animal and plant species are increasingly threatened.
Seagrass beds are considered “MARINE BIODIVERSITY HOTSPOTS” due to they provide shelter and food for a multitude of small invertebrates and fishes. If you were a small shrimp or a young fish, what better place to hide than a dense submerged forest, i.e. seagrass beds? These plants will provide you with plenty of food, oxygen and shelter. Thus, one hectare of seagrass can host upward 10 million small invertebrates (Jiménez-Ramos et al. in prep.) and can produce 10 tons of commercial fish every year (Blandon and Ermgassen, 2014).
Now you know a little more about the coastal biodiversity. In our world, the coast is crucial for biological, economical and socially, so we should help to keep it clean and healthy. Let’s go to explore the ecosystems near your home. Sure you see surprising species and with a little luck unknown species. And, above all, demand greater protection for these increasingly threatened ecosystems and spreads the importance of keeping them.



BIODIVERSIDAD COSTERA
¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar sobre la biodiversidad de los ecosistemas costeros, especialmente de las fanerógamas marinas. La zona costera representa una zona limitada del planeta (alrededor del 18%), pero no puedes imaginarte el gran número de ecosistemas y especies que podemos encontrar en él. ¡Y probablemente quedan aun muchas por descubrir!
La zona costera alberga una gran variedad de hábitats como consecuencia de la gran heterogeneidad en términos de clima y características geomorfológicas que posee, tanto en la zona terrestre como marina. En la parte terrestre puedes encontrar varios tipos de bosques (tropicales y templados, perennes y caducifolios), arbustos y sabanas; mientras que en los ecosistemas acuáticos puedes observar manglares, salinas, estuarios, arrecifes de coral o fanerógamas marinas. Algunos de ellos tienen los más altos índices de producción primaria. Así, una cuarta parte de la producción primaria del mundo se genera en las zonas costeras. Como consecuencia de esta alta productividad, los ecosistemas costeros proporcionan un gran número de bienes y servicios y juegan un papel fundamental en la biodiversidad mundial.
A pesar del área limitada que ocupa la zona costera en todo el mundo, tiene una gran importancia debido a su considerable papel en los ciclos biogeoquímicos (por ejemplo, el ciclo del carbono), la gran variedad de ecosistemas que contiene y la alta biodiversidad que soporta. Estudios previos estiman que más de UN MILLÓN de especies pueden ser encontradas en las costas del mundo, incluyendo ecosistemas acuáticos, intermareales y terrestres (Martínez et al., 2007). Esto representa aproximadamente el 50% de la biodiversidad global que conocemos. Sin embargo, probablemente muchas especies aún no están descritas y por esta razón Reid y Miller (1989) estiman que el número total de especies que viven en zonas costeras puede ser hasta de 10 millones.
Esta alta biodiversidad es esencial para los bienes y servicios que los ecosistemas costeros nos proporcionan, incluyendo la protección costera (protección de las playas y costas por tormentas, olas e inundaciones; reducción de la erosión de las playas y del suelo; estabilización de la tierra por atrapamiento de sedimentos…), servicios provisionales (pesca comercial y de subsistencia, materiales de construcción, medicinas tradicionales…), servicios culturales (turismo y recreación, aprecio espiritual…), mantenimiento de la calidad del agua y regulación del clima. Todos los bienes y servicios que nos brindan los ecosistemas costeros, incluidos los ecosistemas naturales (terrestres y acuáticos) y alterados por la actividad humana se estiman en unos 25.782 × 109 $ US al año (Martínez et al., 2007).
Desafortunadamente, la zona costera ha sido el centro de la actividad humana durante milenios. La población mundial (7,5 mil millones que se alcanzó en 2017), está aumentando constantemente, especialmente desde la Revolución Industrial. Se espera que la población humana aumente en un 50% durante el siglo XXI. Hoy en día, el 40% de la población mundial vive en zonas costeras y se espera que llegue al 75% en 2025. De ahí que la magnitud de la presión humana sea cada vez mayor en las costas de todo el mundo convirtiendo esta zona en una frágil frontera donde las especies animales y vegetales están cada vez más amenazadas.
Las fanerógamas marinas se consideran «PUNTOS CALIENTES DE BIODIVERSIDAD MARINA» debido a que proporcionan refugio y alimento para una gran multitud de pequeños invertebrados y peces. Si fueras un camarón pequeño o un juvenil, ¿qué mejor lugar para esconderse que un denso bosque sumergido, es decir, entre las fanerógamas marinas? Estas plantas te proveerán de alimento, oxígeno y refugio. Así, una hectárea de estas plantas puede albergar 10 millones de invertebrados pequeños (Jiménez-Ramos et al. in prep.) y puede producir 10 toneladas de pescado comercial cada año (Blandon and Ermgassen, 2014).
Ahora ya sabes un poco más sobre la biodiversidad costera. En nuestro mundo, la costa es crucial biológica, económica y socialmente, por lo que debemos ayudar a mantenerla limpia y saludable. Te animamos a explorar los ecosistemas cercanos de tu hogar. Seguro que ves especies sorprendentes y, con un poco de suerte, especies desconocidas. Y sobre todo, revindica una mayor protección para estos ecosistemas cada vez más amenazados y difunde la importancia de conservarlos.
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